martes, 20 de noviembre de 2012

La dieta mediterránea relegada al olvido debido a la crisis económica



En los tiempos de crisis que estamos viviendo, la famosa dieta mediterránea, patrimonio de la humanidad, se está viendo ahogada. Las dificultades económicas que sufre la población, la globalización o la llegada de alimentos de todas partes del mundo en cantidades desorbitadas está provocando el cambio de los hábitos alimenticios de la sociedad española. Cada vez prescindimos mas de alimentos esenciales para la dieta como puede ser el pescado, las frutas o las verduras. En contraposición, aumenta el consumo de pasta, arroz o carnes preparadas. Este segundo grupo de alimentos son más baratos y fáciles de preparar, pero estas tendencias alimenticias desequilibran nuestra dieta.

Cuatro expertos en la materia (la nutricionista de USP Palmaplanas Leticia Lozano; el maestro de cocina Antoni Pinya; el presidente de la Asociación Consumidores en Acción FACUA-Balears, Alfonso Rodríguez, y el director de restauración de Amadip Esment en Palmanova, Guillem Porcel) apuestan por volver a los productos tradicionales y sostenibles, así como la educación en los hábitos alimenticios y en las dietas equilibradas. En definitiva defienden un retorno a la tradicional dieta mediterránea para mejorar la salud y el bolsillo de las familias.


Históricamente los grandes sucesos, como guerras o crisis mundiales, han llevado a grandes cambios en la sociedad. Esto es lo que se está produciendo en la actualidad con la alimentación. No nos preocupa nutrirnos óptimamente, sino alimentarnos lo suficiente para no pasar hambre, olvidando cualquier consejo nutricional aprendido en años anteriores.

Sufriremos las consecuencias del empobrecimiento de nuestra dieta a largo plazo. Por este motivo, quería hacer un llamamiento a dietistas-nutricionistas y futuros profesionales relacionados con este campo para que divulguen sus conocimientos entre la sociedad. En época de crisis tenemos que “arrimar” todos el hombro, y creo que nuestra mejor arma es promoviendo una alimentación sana y unos hábitos de vida saludables a toda persona que tengamos a nuestro alcance. Sé que de esta forma vamos a perder dinero a priori, ya que la mayoría de estos consejos se darán fuera de las paredes de nuestra consulta. Pero con esta actitud, a la larga nos beneficiaremos de las semillas que sembremos, ya que creceremos como profesionales y cuando la crisis empiece a dejar paso a épocas mejores, tendremos una aumentada clientela potencial y un estatus profesional en auge. La sociedad aun no lo sabe, pero somos imprescindibles para épocas futuras donde prime la prevención de la salud más que la cura de la enfermedad.

Me parece una utopía lo que voy a proponer a continuación, ya que estamos más bien en tiempos de recortes sociales. Pero creo necesario instaurar en la educación primaria y secundaria una asignatura relacionada con la prevención de la salud, donde tengan cabida campos relacionados con las ciencias de la salud, como son la medicina, la actividad física, la farmacia, la psicología y la nutrición principalmente. Aunque desde mi punto de vista, los pilares de la prevención, dentro de todas estas vertientes, son la nutrición y la actividad física.

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