En los
tiempos de crisis que estamos viviendo, la famosa dieta mediterránea, patrimonio de la humanidad, se está viendo ahogada. Las dificultades económicas
que sufre la población, la globalización o la llegada de alimentos de todas
partes del mundo en cantidades desorbitadas está provocando el cambio de los
hábitos alimenticios de la sociedad española. Cada vez prescindimos mas
de alimentos esenciales para la dieta como puede ser el pescado, las frutas o
las verduras. En contraposición, aumenta el consumo de pasta, arroz o
carnes preparadas. Este segundo grupo de alimentos son más baratos y fáciles de
preparar, pero estas tendencias alimenticias desequilibran nuestra
dieta.
Cuatro
expertos en la materia (la nutricionista de USP Palmaplanas Leticia Lozano; el
maestro de cocina Antoni Pinya; el presidente de la Asociación Consumidores en
Acción FACUA-Balears, Alfonso Rodríguez, y el director de restauración de
Amadip Esment en Palmanova, Guillem Porcel) apuestan por volver a los
productos tradicionales y sostenibles, así como la educación en los
hábitos alimenticios y en las dietas equilibradas. En definitiva
defienden un retorno a la tradicional dieta mediterránea para mejorar la
salud y el bolsillo de las familias.
Históricamente
los grandes sucesos, como guerras o crisis mundiales, han llevado a grandes
cambios en la sociedad. Esto es lo que se está produciendo en la actualidad
con la alimentación. No nos preocupa nutrirnos óptimamente, sino
alimentarnos lo suficiente para no pasar hambre, olvidando cualquier consejo
nutricional aprendido en años anteriores.
Sufriremos
las consecuencias del empobrecimiento de nuestra dieta a largo plazo. Por este
motivo, quería hacer un llamamiento a dietistas-nutricionistas y futuros
profesionales relacionados con este campo para que divulguen sus
conocimientos entre la sociedad. En época de crisis tenemos que “arrimar”
todos el hombro, y creo que nuestra mejor arma es promoviendo una
alimentación sana y unos hábitos de vida saludables a toda persona que
tengamos a nuestro alcance. Sé que de esta forma vamos a perder dinero a
priori, ya que la mayoría de estos consejos se darán fuera de las paredes de
nuestra consulta. Pero con esta actitud, a la larga nos beneficiaremos de
las semillas que sembremos, ya que creceremos como profesionales y
cuando la crisis empiece a dejar paso a épocas mejores, tendremos una aumentada
clientela potencial y un estatus profesional en auge. La sociedad
aun no lo sabe, pero somos imprescindibles para épocas futuras donde
prime la prevención de la salud más que la cura de la enfermedad.
Me parece
una utopía lo que voy a proponer a continuación, ya que estamos más bien
en tiempos de recortes sociales. Pero creo necesario instaurar en la
educación primaria y secundaria una asignatura relacionada con la prevención
de la salud, donde tengan cabida campos relacionados con las ciencias de la
salud, como son la medicina, la actividad física, la farmacia,
la psicología y la nutrición principalmente. Aunque desde
mi punto de vista, los pilares de la prevención, dentro de todas estas
vertientes, son la nutrición y la actividad física.
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