miércoles, 16 de enero de 2013

Ejercicio físico y salud mental


Vivimos en una sociedad cada vez más enferma y sedentaria. El poder de la actividad física sobre la salud se ha intuido siempre, sin embargo en los últimos años se están publicando cada vez más estudios relacionados con este binomio (ejercicio físico y salud), demostrando unos impresionantes resultados y evidenciando los mecanismos por los que la práctica de ejercicio físico contribuye en la mejora y mantenimiento de la salud. Una de las últimas líneas de investigación relaciona el ejercicio físico con la salud mental, lo que le otorga mayor significado, si cabe, a la expresión “mens sana in corpore sano”.

Hasta no hace muchos años se consideraba que los efectos positivos de la práctica de ejercicio se debían básicamente a que el cerebro recibía mayor cantidad de sangre por el aumento del ritmo cardiaco, por lo que estaba mejor oxigenado y nutrido. Hoy en día se está viendo que la mejora de la salud mental gracias al ejercicio físico es debida a una gran variedad de efectos, los cuales aun estamos empezando a descubrir y a los que globalmente les llamamos sistemas de neuroprotección fisiológica.

Uno de los últimos estudios que han salido a la luz sobre esta temática concluye que la práctica de ejercicio físico es más beneficioso sobre el cerebro que la actividad mental. Pero no es la única investigación que trata esta temática,  otro estudio interesante resume los beneficios de la práctica moderada de ejercicio físico afirmando que sirve para mantener el cerebro sano y prevenir enfermedades neurodegenerativas, no solo por un mantenimiento del aporte adecuado de nutrientes, sino también optimizando la eficacia funcional de las neuronas interviniendo en procesos de excitabilidad neuronal y de plasticidad sináptica. Además, el estudio deja abierto a nuevas investigaciones el papel de ciertas hormonas en este proceso protector.



Por otro lado, también se trata esta temática desde el puntode vista académico. Al parecer el ejercicio físico no solo previene enfermedades neurodegenerativas, sino que contribuye a la creación de nuevas conexiones cerebrales entre neuronas, aumentando la capacidad cerebral y, por tanto, mejorando el establecimiento de relaciones conceptuales a cualquier nivel. En otras palabras, la actividad física es una herramienta para mejorar el rendimiento académico, siendo las actividades más aconsejables aquellas que exijan un alto nivel de coordinación y habilidad.

Otro estudio realizado sobre ratones por el Departamento de Neurociencia de la Universidad de Cambridge y del Instituto Nacional de Envejecimiento del estado norteamericano de Maryland revela que no sólo se mejoran las conexiones nerviosas, sino que el ejercicio físico es capaz de potenciar el crecimiento de neuronas en el hipocampo.

Aún queda mucho por estudiar y descubrir sobre la conexión existente entre la práctica de actividad física y la salud mental. A pesar de ello,  queda totalmente claro con lo que se sabe a día de hoy que podemos incluir la mejora de la salud mental a la interminable lista de beneficios que ofrece la práctica de actividad física sobre la salud en general. Me reafirmo en mi insistencia sobre que las dos herramientas más potentes de prevención en salud son la realización de ejercicio físico regular y una óptima alimentación. De esta manera estaremos reduciendo al mínimo la probabilidad de sufrir cualquiera de las enfermedades crónicas que azotan las sociedades industrializadas, haciéndose patente la relación entre el sedentarismo y una mala alimentación con dichas enfermedades. 

Cada vez somos más los profesionales del mundo de las ciencias de la actividad física y el deporte especializados en el campo de la salud, así pues, mi consejo es claro: cuenta con nosotros para mejorar tu calidad de vida, invierte en salud.