lunes, 12 de agosto de 2013

¿Cuál es la mejor intervención dietética?


La figura profesional del dietista-nutricionista está irrumpiendo cada vez con más fuerza, pero tanto pacientes como nutricionistas nos hemos empeñado en devaluar sus funciones, limitándolas a la elaboración de dietas. Y ahora pensarán... ¿y qué va a hacer un nutricionista que no sea elaborar dietas? Ahí está el problema.

Un dietista-nutricionista es mucho más que un dispensador de dietas, es una herramienta muy potente de promoción de la salud y prevención de las enfermedades crónicas más prevalentes de la sociedad actual.

En un post publicado en la Revista Digital de INESEM profundizo sobre esta idea y expongo mi manera de plantearme esta profesión. Les dejo el link a continuación para que pueda conocer mi opinión en profundidad:




Espero que les resulte interesante, por lo que espero sus comentarios en esta misma entrada del blog "Nutrición y Actividad Física".

sábado, 6 de abril de 2013

Día Mundial de la Actividad Física


Hoy, Día Mundial de la Actividad física, ¡¡todo el mundo a moverse!!

No hay que esperar al día de año nuevo para plantearse el comienzo de una vida más sana, el mejor día para ello es hoy.

Día mundial de la Actividad Física en INESEM

¡Ánimo y saludos para todos!

lunes, 1 de abril de 2013

Mis entradas más relevantes a la Revista Digital de INESEM


Instituto Europeo de Estudios Empresariales
Desde hace ya varios meses escribo en la Revista Digital de INESEM, y como podréis comprobar tengo un tanto abandonado este blog.

He tenido la suerte de encauzar mi carrera académica y profesional hacia un campo de enorme interés popular, motivo por el cual decidí escribir mis inquietudes en cuanto a la NUTRICIÓN y la ACTIVIDAD FÍSICA. Creo que los profesionales de mi sector (la salud preventiva) debemos divulgar nuestros conocimientos a la sociedad, ya sea con o sin animo de lucro, pero hay que intentar llegar al mayor número de personas posible y mostrarles la llave que abre la puerta de su salud.

Por lo tanto, voy a procurar aumentar la actividad de este blog. Cada vez que publique en la Revista Digital de INESEM, referenciaré aquí lo escrito con unas líneas introductorias y adjuntaré el link de la entrada completa para quien esté interesado en leerla.

Por lo pronto os dejo la lista de algunas de mis publicaciones para que podáis leer aquellas entradas que sean de vuestro interés:

ACTIVIDAD FÍSICA:
MALOS HÁBITOS Y OBESIDAD:

ALIMENTACIÓN:



miércoles, 16 de enero de 2013

Ejercicio físico y salud mental


Vivimos en una sociedad cada vez más enferma y sedentaria. El poder de la actividad física sobre la salud se ha intuido siempre, sin embargo en los últimos años se están publicando cada vez más estudios relacionados con este binomio (ejercicio físico y salud), demostrando unos impresionantes resultados y evidenciando los mecanismos por los que la práctica de ejercicio físico contribuye en la mejora y mantenimiento de la salud. Una de las últimas líneas de investigación relaciona el ejercicio físico con la salud mental, lo que le otorga mayor significado, si cabe, a la expresión “mens sana in corpore sano”.

Hasta no hace muchos años se consideraba que los efectos positivos de la práctica de ejercicio se debían básicamente a que el cerebro recibía mayor cantidad de sangre por el aumento del ritmo cardiaco, por lo que estaba mejor oxigenado y nutrido. Hoy en día se está viendo que la mejora de la salud mental gracias al ejercicio físico es debida a una gran variedad de efectos, los cuales aun estamos empezando a descubrir y a los que globalmente les llamamos sistemas de neuroprotección fisiológica.

Uno de los últimos estudios que han salido a la luz sobre esta temática concluye que la práctica de ejercicio físico es más beneficioso sobre el cerebro que la actividad mental. Pero no es la única investigación que trata esta temática,  otro estudio interesante resume los beneficios de la práctica moderada de ejercicio físico afirmando que sirve para mantener el cerebro sano y prevenir enfermedades neurodegenerativas, no solo por un mantenimiento del aporte adecuado de nutrientes, sino también optimizando la eficacia funcional de las neuronas interviniendo en procesos de excitabilidad neuronal y de plasticidad sináptica. Además, el estudio deja abierto a nuevas investigaciones el papel de ciertas hormonas en este proceso protector.



Por otro lado, también se trata esta temática desde el puntode vista académico. Al parecer el ejercicio físico no solo previene enfermedades neurodegenerativas, sino que contribuye a la creación de nuevas conexiones cerebrales entre neuronas, aumentando la capacidad cerebral y, por tanto, mejorando el establecimiento de relaciones conceptuales a cualquier nivel. En otras palabras, la actividad física es una herramienta para mejorar el rendimiento académico, siendo las actividades más aconsejables aquellas que exijan un alto nivel de coordinación y habilidad.

Otro estudio realizado sobre ratones por el Departamento de Neurociencia de la Universidad de Cambridge y del Instituto Nacional de Envejecimiento del estado norteamericano de Maryland revela que no sólo se mejoran las conexiones nerviosas, sino que el ejercicio físico es capaz de potenciar el crecimiento de neuronas en el hipocampo.

Aún queda mucho por estudiar y descubrir sobre la conexión existente entre la práctica de actividad física y la salud mental. A pesar de ello,  queda totalmente claro con lo que se sabe a día de hoy que podemos incluir la mejora de la salud mental a la interminable lista de beneficios que ofrece la práctica de actividad física sobre la salud en general. Me reafirmo en mi insistencia sobre que las dos herramientas más potentes de prevención en salud son la realización de ejercicio físico regular y una óptima alimentación. De esta manera estaremos reduciendo al mínimo la probabilidad de sufrir cualquiera de las enfermedades crónicas que azotan las sociedades industrializadas, haciéndose patente la relación entre el sedentarismo y una mala alimentación con dichas enfermedades. 

Cada vez somos más los profesionales del mundo de las ciencias de la actividad física y el deporte especializados en el campo de la salud, así pues, mi consejo es claro: cuenta con nosotros para mejorar tu calidad de vida, invierte en salud.


jueves, 27 de diciembre de 2012

La cara oculta del azúcar: una dulce realidad

Este alimento o ingrediente alimenticio se viene usando desde hace ya varios siglos, pero en la antigüedad no era ni tan siquiera mencionado.  Tan solo algunos autores hablaron de la caña de azúcar como un lujo, caro y raro. Pero no fue hasta el año 600 después de Cristo cuando comenzó a sintetizarse, usándose como medicina, o mejor dicho como droga.

El azúcar es una sustancia tan adictiva como cualquier otra droga. De hecho es ampliamente conocido el alto nivel de dependencia que induce en el ser humano, tanto de tipo psicológico como físico. Su síndrome de abstinencia puede prolongarse varias semanas provocando la aparición de sintomatología  típica (depresión, fatiga, nerviosismo, etc.), y pudiendo inducir incluso ataques fatales en casos extremos.

De hecho, el consumo de azúcar promueve infinidad de problemas en nuestro organismo, que paso a mencionar a continuación:

- Varios estudios concluyen que tras el consumo de azúcar somos más vulnerables ante patógenos de origen viral o bacteriano, ya que debilita el sistema inmunológico hasta 6 horas después de su consumo.

- Además, a un alto consumo de este se le atribuye la responsabilidad principal de la mayoría de enfermedades crónicas de la sociedad actual (cáncer, diabetes, arterioesclerosis, hipertensión, obesidad,  Alzheimer, alergias, etc.).

- El efecto psicológico inmediato relacionado con el consumo de azúcar es un leve estado de euforia, pero la hiperglucemia inducida por la ingesta de azúcar se reduce de forma brusca hasta niveles normales o incluso de hipoglucemia, dependiendo de la cantidad de azúcar consumida. Cuando hemos consumido una cantidad considerable, podemos experimentar a las pocas horas una sensación depresiva conocida como Sugar Blues (tristeza del azúcar).

- También se asocia al elevado consumo de azúcar los índices cada vez mayores de personas con diversas enfermedades nerviosas, especialmente niños hiperactivos con dificultades para aprender.

- Por supuesto, no podemos obviar su relacióncon con el aumento de peso de la población industrializada mundial. Los hidratos de carbono que no son utilizados tras su ingestión son transformados en grasas para su almacenamiento. Además, los simples (azúcares) son digeridos muy rápidamente, por lo que el organismo se satura de glucosa y procede a su almacenamiento en mayor porcentaje que si consumiésemos la misma cantidad  de hidratos de carbono complejos, los cuales se digieren más lentamente.

- El azúcar reduce las ganas de comer alimentos nutritivos como las verduras, lo que puede resultar en carencias nutricionales. De hecho, el azúcar blanco que consumimos normalmente no contiene ningún otro nutriente. Además, para su metabolización, éste necesita ciertas vitaminas y minerales, como es el caso del calcio. Al no ser incorporado mediante una pobre alimentación rica en carbohidratos simples, el organismo se ve obligado a usar el calcio de reserva contenido en huesos u otros tejidos. Como consecuencia final, estaríamos induciendo la aparición de osteoporosis.

Por tanto, en países industrializados (como España), cada vez existen más personas obesas atiborradas de alimentos procesados por la industria alimentaria, que incluye en la mayoría de sus productos ingentes cantidades de hidratos de carbono simples (azúcares). Por tanto, nos encontramos a personas sobrealimentadas, pero desnutridas. La solución que está aportando la industria a este problema es sustituir los azúcares por edulcorantes artificiales.

Pero, ¿creéis que esta es una solución real?
Lo que yo creo es que puede ser peor el remedio que la enfermedad.



Os aconsejo que reviseis tambien el post del Doctor Francisco Carreño "Azúcar: dulce y letal", el cual me inspiró para escribir sobre este tema.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Comer bien para regular el estado anímico

La influencia de la alimentación en el sistema hormonal

El sistema hormonal es el encargado de regular funciones tan habituales e importantes como el sueño, el apetito, nuestra respuesta ante el peligro, nuestros cambios de humor y hasta nuestro peso, por lo que tiene mucho que decir en cuanto a nuestra calidad de vida. Este sistema guarda una estrecha relación con nuestro estado nutricional. En el cerebro hay ciertas hormonas que se estimulan con la ingesta de determinados nutrientes, contribuyendo a una sensación de placer y bienestar. Así el ayuno, la alimentación en exceso o el ejercicio alteran este sistema. Un ejemplo podrían ser las personas que tienen dietas con alto contenidos grasos, teniendo niveles hormonales que puedan hacerlas susceptibles a padecer ciertos tipos de cáncer.

Según la doctora Josefina Vicario, pionera en Europa de la medicina Anti-Edad, “para alimentar tus hormonas y elevar su nivel hasta un 30 por ciento, debes recibir un buen aporte de proteínas”, de donde podemos deducir la influencia de la alimentación en el sistema hormonal. De hecho, a modo de ejemplo, la glándula tiroides necesita verduras y frutas, mientras que la hormona de crecimiento, el cortisol, la testosterona y los estrógenos, requieren alimentos proteicos de buena calidad: carne, pescado y claras de huevo.

Las llamadas hormonas son sustancias fabricadas por las glándulas endocrinas de cada organismo, como el páncreas, la tiroides o la hipófisis y que, al verterse en la sangre, activan diversos mecanismos y ponen en funcionamiento a distintas partes del cuerpo. En cada persona encontramos niveles hormonales diferentes, por lo que cada uno obtendrá una respuesta fisiológica distinta. Las hormonas llegan a todos los rincones del organismo a través de la sangre, generando cambios en el metabolismo, el ritmo cardíaco, la producción de leche o desarrollo de los órganos sexuales, entre otros procesos.

Además, no solo se afecta el sistema hormonal mediante la alimentación, sino que se produce también el efecto contrario, ya que la alimentación también se ve influenciada por este sistema. Por ejemplo, durante la menstruación algunas mujeres presentan cambios de apetito, tendiendo a comer más hidratos de carbono que el resto del ciclo. Esto es debido a que la progesterona se incrementa y hace que baje el nivel de azúcar en sangre, incitando a comer más, sobre todo alimentos dulces.

Según la Dra. Carmen Menéndez, del Instituto de la Mujer de Madrid, “en cada mujer predomina un tipo de hormonas que influye sobre las líneas de su cuerpo y la forma en que reacciona ante las grasas. Las hormonas determinan qué cantidad de energía de los alimentos se convierte en grasa corporal. Por eso para estar en forma, debes seguir una dieta y realizar actividad física adecuada a la glándula que predomina en tu organismo”.

Resumiendo, para estimular nuestro sistema hormonal en busca de buenos estados de ánimo debemos procurar mantener nutrido a nuestro sistema nervioso. A neuronas contentas, personas felices.

Por tanto, resulta esencial la incorporación de glucosa mediante la ingesta de hidratos de carbono complejos. Los hidratos de carbono simples aumentan la glucemia muy rápidamente, pero ésta decae con la misma rapidez, sin embargo, los complejos consiguen prolongar unos niveles de glucemia aceptables durante un mayor tiempo.

No debemos olvidar tampoco al triptófano, un aminoácido esencial para el estado anímico entre otras muchas funciones. Entre sus tareas está la de regular el ciclo de sueño-vigilia, el apetito, y su déficit puede determinar depresión, angustia, nerviosismo.

El complejo vitamínico B ayuda a nutrir correctamente el cerebro y el sistema nervioso, con lo cual tendrá un impacto positivo en el estado anímico. Además, en una buena nutrición del sistema nervioso no pueden faltar los ácidos grasos esenciales, fosfolípidos, el hierro o el litio.

Por otro lado hay que evitar que los niveles hormonales fluctúen demasiado, por lo que se recomienda acostarse más temprano, desayunar y merendar todos los días, mantener una vida sexual activa o pasear bajo el sol.