jueves, 27 de diciembre de 2012

La cara oculta del azúcar: una dulce realidad

Este alimento o ingrediente alimenticio se viene usando desde hace ya varios siglos, pero en la antigüedad no era ni tan siquiera mencionado.  Tan solo algunos autores hablaron de la caña de azúcar como un lujo, caro y raro. Pero no fue hasta el año 600 después de Cristo cuando comenzó a sintetizarse, usándose como medicina, o mejor dicho como droga.

El azúcar es una sustancia tan adictiva como cualquier otra droga. De hecho es ampliamente conocido el alto nivel de dependencia que induce en el ser humano, tanto de tipo psicológico como físico. Su síndrome de abstinencia puede prolongarse varias semanas provocando la aparición de sintomatología  típica (depresión, fatiga, nerviosismo, etc.), y pudiendo inducir incluso ataques fatales en casos extremos.

De hecho, el consumo de azúcar promueve infinidad de problemas en nuestro organismo, que paso a mencionar a continuación:

- Varios estudios concluyen que tras el consumo de azúcar somos más vulnerables ante patógenos de origen viral o bacteriano, ya que debilita el sistema inmunológico hasta 6 horas después de su consumo.

- Además, a un alto consumo de este se le atribuye la responsabilidad principal de la mayoría de enfermedades crónicas de la sociedad actual (cáncer, diabetes, arterioesclerosis, hipertensión, obesidad,  Alzheimer, alergias, etc.).

- El efecto psicológico inmediato relacionado con el consumo de azúcar es un leve estado de euforia, pero la hiperglucemia inducida por la ingesta de azúcar se reduce de forma brusca hasta niveles normales o incluso de hipoglucemia, dependiendo de la cantidad de azúcar consumida. Cuando hemos consumido una cantidad considerable, podemos experimentar a las pocas horas una sensación depresiva conocida como Sugar Blues (tristeza del azúcar).

- También se asocia al elevado consumo de azúcar los índices cada vez mayores de personas con diversas enfermedades nerviosas, especialmente niños hiperactivos con dificultades para aprender.

- Por supuesto, no podemos obviar su relacióncon con el aumento de peso de la población industrializada mundial. Los hidratos de carbono que no son utilizados tras su ingestión son transformados en grasas para su almacenamiento. Además, los simples (azúcares) son digeridos muy rápidamente, por lo que el organismo se satura de glucosa y procede a su almacenamiento en mayor porcentaje que si consumiésemos la misma cantidad  de hidratos de carbono complejos, los cuales se digieren más lentamente.

- El azúcar reduce las ganas de comer alimentos nutritivos como las verduras, lo que puede resultar en carencias nutricionales. De hecho, el azúcar blanco que consumimos normalmente no contiene ningún otro nutriente. Además, para su metabolización, éste necesita ciertas vitaminas y minerales, como es el caso del calcio. Al no ser incorporado mediante una pobre alimentación rica en carbohidratos simples, el organismo se ve obligado a usar el calcio de reserva contenido en huesos u otros tejidos. Como consecuencia final, estaríamos induciendo la aparición de osteoporosis.

Por tanto, en países industrializados (como España), cada vez existen más personas obesas atiborradas de alimentos procesados por la industria alimentaria, que incluye en la mayoría de sus productos ingentes cantidades de hidratos de carbono simples (azúcares). Por tanto, nos encontramos a personas sobrealimentadas, pero desnutridas. La solución que está aportando la industria a este problema es sustituir los azúcares por edulcorantes artificiales.

Pero, ¿creéis que esta es una solución real?
Lo que yo creo es que puede ser peor el remedio que la enfermedad.



Os aconsejo que reviseis tambien el post del Doctor Francisco Carreño "Azúcar: dulce y letal", el cual me inspiró para escribir sobre este tema.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Comer bien para regular el estado anímico

La influencia de la alimentación en el sistema hormonal

El sistema hormonal es el encargado de regular funciones tan habituales e importantes como el sueño, el apetito, nuestra respuesta ante el peligro, nuestros cambios de humor y hasta nuestro peso, por lo que tiene mucho que decir en cuanto a nuestra calidad de vida. Este sistema guarda una estrecha relación con nuestro estado nutricional. En el cerebro hay ciertas hormonas que se estimulan con la ingesta de determinados nutrientes, contribuyendo a una sensación de placer y bienestar. Así el ayuno, la alimentación en exceso o el ejercicio alteran este sistema. Un ejemplo podrían ser las personas que tienen dietas con alto contenidos grasos, teniendo niveles hormonales que puedan hacerlas susceptibles a padecer ciertos tipos de cáncer.

Según la doctora Josefina Vicario, pionera en Europa de la medicina Anti-Edad, “para alimentar tus hormonas y elevar su nivel hasta un 30 por ciento, debes recibir un buen aporte de proteínas”, de donde podemos deducir la influencia de la alimentación en el sistema hormonal. De hecho, a modo de ejemplo, la glándula tiroides necesita verduras y frutas, mientras que la hormona de crecimiento, el cortisol, la testosterona y los estrógenos, requieren alimentos proteicos de buena calidad: carne, pescado y claras de huevo.

Las llamadas hormonas son sustancias fabricadas por las glándulas endocrinas de cada organismo, como el páncreas, la tiroides o la hipófisis y que, al verterse en la sangre, activan diversos mecanismos y ponen en funcionamiento a distintas partes del cuerpo. En cada persona encontramos niveles hormonales diferentes, por lo que cada uno obtendrá una respuesta fisiológica distinta. Las hormonas llegan a todos los rincones del organismo a través de la sangre, generando cambios en el metabolismo, el ritmo cardíaco, la producción de leche o desarrollo de los órganos sexuales, entre otros procesos.

Además, no solo se afecta el sistema hormonal mediante la alimentación, sino que se produce también el efecto contrario, ya que la alimentación también se ve influenciada por este sistema. Por ejemplo, durante la menstruación algunas mujeres presentan cambios de apetito, tendiendo a comer más hidratos de carbono que el resto del ciclo. Esto es debido a que la progesterona se incrementa y hace que baje el nivel de azúcar en sangre, incitando a comer más, sobre todo alimentos dulces.

Según la Dra. Carmen Menéndez, del Instituto de la Mujer de Madrid, “en cada mujer predomina un tipo de hormonas que influye sobre las líneas de su cuerpo y la forma en que reacciona ante las grasas. Las hormonas determinan qué cantidad de energía de los alimentos se convierte en grasa corporal. Por eso para estar en forma, debes seguir una dieta y realizar actividad física adecuada a la glándula que predomina en tu organismo”.

Resumiendo, para estimular nuestro sistema hormonal en busca de buenos estados de ánimo debemos procurar mantener nutrido a nuestro sistema nervioso. A neuronas contentas, personas felices.

Por tanto, resulta esencial la incorporación de glucosa mediante la ingesta de hidratos de carbono complejos. Los hidratos de carbono simples aumentan la glucemia muy rápidamente, pero ésta decae con la misma rapidez, sin embargo, los complejos consiguen prolongar unos niveles de glucemia aceptables durante un mayor tiempo.

No debemos olvidar tampoco al triptófano, un aminoácido esencial para el estado anímico entre otras muchas funciones. Entre sus tareas está la de regular el ciclo de sueño-vigilia, el apetito, y su déficit puede determinar depresión, angustia, nerviosismo.

El complejo vitamínico B ayuda a nutrir correctamente el cerebro y el sistema nervioso, con lo cual tendrá un impacto positivo en el estado anímico. Además, en una buena nutrición del sistema nervioso no pueden faltar los ácidos grasos esenciales, fosfolípidos, el hierro o el litio.

Por otro lado hay que evitar que los niveles hormonales fluctúen demasiado, por lo que se recomienda acostarse más temprano, desayunar y merendar todos los días, mantener una vida sexual activa o pasear bajo el sol.

martes, 20 de noviembre de 2012

La dieta mediterránea relegada al olvido debido a la crisis económica



En los tiempos de crisis que estamos viviendo, la famosa dieta mediterránea, patrimonio de la humanidad, se está viendo ahogada. Las dificultades económicas que sufre la población, la globalización o la llegada de alimentos de todas partes del mundo en cantidades desorbitadas está provocando el cambio de los hábitos alimenticios de la sociedad española. Cada vez prescindimos mas de alimentos esenciales para la dieta como puede ser el pescado, las frutas o las verduras. En contraposición, aumenta el consumo de pasta, arroz o carnes preparadas. Este segundo grupo de alimentos son más baratos y fáciles de preparar, pero estas tendencias alimenticias desequilibran nuestra dieta.

Cuatro expertos en la materia (la nutricionista de USP Palmaplanas Leticia Lozano; el maestro de cocina Antoni Pinya; el presidente de la Asociación Consumidores en Acción FACUA-Balears, Alfonso Rodríguez, y el director de restauración de Amadip Esment en Palmanova, Guillem Porcel) apuestan por volver a los productos tradicionales y sostenibles, así como la educación en los hábitos alimenticios y en las dietas equilibradas. En definitiva defienden un retorno a la tradicional dieta mediterránea para mejorar la salud y el bolsillo de las familias.


Históricamente los grandes sucesos, como guerras o crisis mundiales, han llevado a grandes cambios en la sociedad. Esto es lo que se está produciendo en la actualidad con la alimentación. No nos preocupa nutrirnos óptimamente, sino alimentarnos lo suficiente para no pasar hambre, olvidando cualquier consejo nutricional aprendido en años anteriores.

Sufriremos las consecuencias del empobrecimiento de nuestra dieta a largo plazo. Por este motivo, quería hacer un llamamiento a dietistas-nutricionistas y futuros profesionales relacionados con este campo para que divulguen sus conocimientos entre la sociedad. En época de crisis tenemos que “arrimar” todos el hombro, y creo que nuestra mejor arma es promoviendo una alimentación sana y unos hábitos de vida saludables a toda persona que tengamos a nuestro alcance. Sé que de esta forma vamos a perder dinero a priori, ya que la mayoría de estos consejos se darán fuera de las paredes de nuestra consulta. Pero con esta actitud, a la larga nos beneficiaremos de las semillas que sembremos, ya que creceremos como profesionales y cuando la crisis empiece a dejar paso a épocas mejores, tendremos una aumentada clientela potencial y un estatus profesional en auge. La sociedad aun no lo sabe, pero somos imprescindibles para épocas futuras donde prime la prevención de la salud más que la cura de la enfermedad.

Me parece una utopía lo que voy a proponer a continuación, ya que estamos más bien en tiempos de recortes sociales. Pero creo necesario instaurar en la educación primaria y secundaria una asignatura relacionada con la prevención de la salud, donde tengan cabida campos relacionados con las ciencias de la salud, como son la medicina, la actividad física, la farmacia, la psicología y la nutrición principalmente. Aunque desde mi punto de vista, los pilares de la prevención, dentro de todas estas vertientes, son la nutrición y la actividad física.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Frutos secos para prevenir enfermedades cardiovasculares

Un estudio publicado por el Journal of the American College of Nutrition señala que el comer frutos secos con regularidad puede beneficiar directamente la salud cardiaca. Para llegar a esta conclusión, los científicos de la Universidad Estatal de Louisiana utilizaron los datos de más de 13 mil personas de ambos sexos y mayores de 19 años, quienes comieron almendras, nueces, castañas, avellanas, pecanas, piñones y pistachos por un determinado tiempo. Todas estas personas habían sido participantes de los Sondeos de Salud y Nutrición de Estados Unidos, donde se registro sus hábitos de consumo de 1999 a 2004.

Se analizaron los datos relativos a los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular y se compararon los resultados obtenidos en relación a la cantidad de frutos secos de cáscara dura que eran consumidos por los participantes en el estudio cada día.

Los resultados mostraron que quienes comían 7 gramos o más de frutos secos al día tenían mayores niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”) y menores de proteína C reactiva, la cual, entre otras complicaciones, puede ocasionar problemas cardiacos.

Además, los investigadores concluyen que “el consumo de estos frutos secos está asociado a 5% menos prevalencia de síndrome metabólico“. Esta afección hace alusión a un conjunto de factores de riesgo que se presentan de forma simultánea (obesidad abdominal, hipertensión, altos niveles de glucosa en ayunas y bajos niveles de HDL). De igual manera, los consumidores de frutos secos tenían un menor peso corporal, un menor índice de masa corporal y una cintura más pequeña.
Otros estudios nutricionales han mostrado que el consumo de frutos secos entre la población es relativamente bajo. Si a esto le unimos que las enfermedades cardiovasculares se han convertido ya en la principal causa de muerte en la mayoría de países industrializados, este grupo de alimentos podrían ser una herramienta muy valiosa para combatir tanto esta epidemia como la de obesidad.

Siguiendo a la profesora titular del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la UCM y Miembro del Consejo Asesor del Instituto Flora, Rosa Ortega que nos indica que “el consumo moderado de frutos secos no aumenta el peso y resulta saludable”. Por tanto, debemos ser cautos con las cantidades que consumimos de frutos secos, ya que es un alimento con una alta densidad calórica. Por esta razón, hay que contar con profesionales que nos asesoren en los cambios de nuestros hábitos de vida, y recordar que el cuidado de la salud empieza en el momento en que elegimos lo que vamos a comer y en que cantidades lo vamos a hacer.

domingo, 15 de enero de 2012

Los pilares de la PREVENCIÓN (2ª Parte): Nutrición y Actividad física... ¿Ciencias de la Salud?

Como continuación a la primera entrada de este blog (Los pilares de la PREVENCIÓN: Nutrición y Actividad física) y en respuesta a la pregunta que cierra dicha entrada (¿Por qué están teniendo tantos problemas de adaptación a las ciencias de las salud?), voy a tratar de seguir ajustando mi posicionamiento sobre el tema:

Lanzo una pregunta: ¿sabría decirme quién gobierna actualmente en España? ... Apuesto porque no tiene duda alguna sobre ello, incluso sería capaz de recitarme todos los presidentes de gobierno de la actual democracia española. Supongo que habrá alguien de acuerdo conmigo si les digo que ninguno de esos dirigentes ha tenido el mando real. Pero esto no ocurre solo en España, sino en cualquier país (incluido el todopoderoso gigante Estados Unidos).
Por no enredar más esta entrada, iré al grano: España, cada país, el mundo están gobernados hoy día por los MERCADOS. En la sociedad de consumo en la que vivimos, donde todo tiene un precio, los mercados son los que moldean la situación global.

Os cuento esto porque creo que es la principal razón por la cual no interesa que el ciudadano piense en prevenir sus enfermedades, lo que interesa es que enferme y gaste su dinero (o el de su gobierno) en curarse. Voy a dejar de hablar de algo tan global como son los mercados, y voy a simplificarlo en la industria farmacéutica (sin olvidarme de la industria alimentaria, de la que me ocuparé el próximas entradas).

La industria farmacéutica, una de las más potentes e influyentes, ha demostrado y sigue demostrando que no tiene pudor ni humanidad alguna. Muchas son las historias que han llegado a mis oídos que dejan en muy mal lugar a las multinacionales del sector.
A modo de ejemplo, ¿sabían ustedes que existe un compuesto que se ha demostrado que cura el cáncer? Lo malo de este compuesto es que es demasiado sencillo para que cualquier farmacéutica pueda patentarlo. En comparación con los caros tratamientos contra el cáncer que se llevan a cabo hoy día, el dicloroacetato (que así se llama este compuesto) sería muy barato de sintetizar y comercializar y no necesita patente, por lo que no es negocio. Así de cruel es la situación, nos guste o no. Os adjunto algunas referencias:
Cura del Cáncer: ¿Bloqueada por las farmacéuticas? (Entrevista con el Nobel de Medicina Richard J. Roberts)
Dichloroacetate induces apoptosis of epithelial ovarian cancer cells through a mechanism involving modulation of oxidative stress.
Investigadores encuentran cura para el cáncer, pero no es negocio para farmacéuticas y quizá nunca vea la luz.

Volviendo al tema, la prevención, resulta claro pensar que nutricionistas, entrenadores personales y demás profesionales, orientados evitar las enfermedades antes de que aparezcan, no somos bienvenidos en este gran negocio que es la SALUD.

El siguiente punto a destacar es la hegemonía de la medicina tradicional en el sector. Recalco mi admiración por la profesión de médico, imprescindibles en la sociedad desde hace miles de años. Pero considero que hoy día se le otorga demasiado poder a su palabra, lo que permite a muchos de ellos que hablen sobre campos cercanos a la medicina, de los cuales no son especialistas. Lógicamente ese es el caso de la nutrición y de la actividad física. Voy a poner un ejemplo que es fácil escuchar en la consulta de un médico:
- Es normal escuchar como parte del tratamiento de un médico recomendaciones de actividad física tales como "usted nade" o "usted ande". Pero... ¿cuanto tiempo nado? ¿A qué ritmo? ¿Qué estilo es el más recomendable? ¿Cuanta distancia debo cubrir en cada sesión? ¿Realizo descansos intrasesión? etc...
¿No sería más sensato y profesional derivarlo a un especialista en la materia?

No me imagino las ciencias de la salud sin los médicos, considero imprescindible su labor encaminada al restablecimiento de la salud. También en cuanto a la prevención son parte importante. Pero en ambos casos deberían formar parte de un grupo interdisciplinar de profesionales, donde cada uno aporta su experiencia. Y no como sucede hasta ahora donde la opinión del médico cuenta por encima de todas las demás para el ciudadano. Es necesario un cambio de mentalidad de la población. Hay que descentralizar las ciencias de la salud y aprovechar las distintas posibilidades que las ramas de la ciencia nos brindan.

A modo de resumen, debemos quitarnos las gafas que nos imponen los mercados y empezar a mirar con ojos críticos para vivir nuestra vida evitando que nos manipulen. De esta forma también veremos que la salud no solo está en la consulta del médico, está en nuestros hábitos de vida. Y nos daremos cuenta que cada vez existen más profesionales especializados en guiar al ciudadano hacia unos hábitos de vida saludables, de forma personalizada (ya que lo que puede ser óptimo para ti, no lo será para tu vecino).